“¿Quién atacaría el vidrio?” Algunos supuestos expertos y muchos teóricos evidentemente carecen de una perspectiva de la realidad: Siempre se ataca el vidrio. Siempre. Nuestros años de experiencia en todo el mundo lo demuestran claramente. Incluso ejemplos recientes y destacados:
Una multitud ingresa en el Capitolio, el Congreso de los Estados Unidos. El punto débil: el vidrio inseguro en las puertas de entrada fue destrozado en unos pocos segundos.
Delincuentes entran en el museo Singer Laren, ubicado cerca de Ámsterdam, y roban el cuadro de Van Gogh "Jardín primaveral, la casa parroquial de Nuenen en primavera”. El valor de esta obra de arte es incalculable. El punto débil: el vidrio inseguro en la puerta de entrada.
Delincuentes causan alrededor de mil millones de euros en daños materiales al ingresar en la Bóveda Verde de Dresde. El punto débil: el llamado “vidrio de seguridad”. (Fue destruido en tan solo 15 segundos).
Delincuentes irrumpen en una residencia en Hamburgo. Para ello, entran por el primer piso para eludir los sistemas de alarma de la planta baja. Botín: joyas por un valor superior a 100.000 euros. El punto débil: el vidrio inseguro de la ventana.
Robos de arte impactantes: siempre atravesando el vidrio.