Un cristal P2A quizás le protegerá contra una piedra, pero de seguro no lo hará ante un asalto: el vidrio P2A se romperá tras diez segundos y el delincuente tendrá el camino libre. “Antiperforante” no significa antirrobo. El vidrio SILATEC P6B ofrece una protección eficaz contra robos: no resiste diez segundos, sino diez minutos, incluso contra el golpe de una maza o un hacha. Un muro de vidrio.
Es verdad que el vidrio debe ser tan seguro como la ventana. No obstante, mientras que la ventana RC2 detiene al agresor promedio durante unos tres minutos, por ejemplo, si utiliza un cincel, el vidrio P2A puede romperse en un abrir y cerrar de ojos, ¡en menos de diez segundos! De acuerdo con la norma de prueba para las ventanas RC2, se debe utilizar el vidrio P4A. No obstante, ¡este vidrio también soporta tan solo 15 segundos! De hecho, por razones incomprensibles, no se somete a ningún tipo de prueba según la norma. Un complemento útil sería, por el contrario, el cristal SILATEC P6B que ofrece una excelente resistencia de diez minutos. Vidrio seguro, ventana segura.
El cristal P2A puede resultar útil para las barandas de vidrio de las escaleras, ya que incluso un cristal dañado puede ofrecer protección en caso de caídas. El vidrio P2A es resistente a la nieve y al granizo y se puede utilizar, por ejemplo, en techos sobre la puerta de entrada o en jardines de invierno. También resiste golpes con una pelota de básquet, por ejemplo, en gimnasios, y si el cristal llega a romperse, no se desprenden astillas y los deportistas permanecen protegidos de las lesiones.
Izquierda: “acristalamiento antiperforante” de P1A a P5A. Máximo 15 segundos de protección con el vidrio P5A y 10 con el P2A. Centro: “cristales antirrobo” o “vidrio blindado”: vidrios P6B, P7B o P8B convencionales. 30 segundos de protección. Derecha: Vidrio de seguridad SILATEC P6B, P7B o P8B. Diez minutos de protección contra golpes, incluso con una maza o un hacha.
No podría ser más simple: cristal, lámina, cristal. Si el vidrio P2A se rompe, las astillas permanecen en la lámina y, de este modo, se evitan lesiones. Por este motivo, el vidrio P2A también se denomina “vidrio de seguridad laminado”. Este vidrio P2A no es un verdadero vidrio de seguridad, porque no ofrece ningún tipo de protección contra robos.
La lámina del centro está compuesta de PVB, un pegamento termofusible con un espesor de alrededor de un milímetro. Este sostiene dos vidrios planos (o “vidrios flotados”) con un espesor de cuatro milímetros cada uno. Para los formatos de vidrio más grandes, la estática requiere un mayor grosor de material con, por ejemplo, dos vidrios flotados de ocho milímetros.
Para el aislamiento térmico del vidrio de doble acristalamiento, se coloca un cristal adicional delante, a menudo con una distancia de ocho a 16 milímetros. El espacio intermedio que se forma se llena con gas noble para aislar el calor de mejor manera. En el caso del vidrio de triple acristalamiento, se coloca otro cristal que también cuenta con espacio intermedio y relleno de gas noble.
El vidrio P2A está disponible como acristalamiento simple (monolítico) a partir de nueve milímetros. En el caso de los cristales con mejor aislamiento térmico y eficiencia energética, el vidrio con doble acristalamiento tiene un espesor de aprox. 23 mm y el de triple acristalamiento a partir de aprox. 37 mm. Los formatos de vidrios grandes requieren también, en su mayoría, mayores espesores del vidrio por motivos estáticos.
Una vez retirado, el vidrio P2A es relativamente fácil de reconocer por un especialista: en concreto por el borde, debido a la estructura característica del vidrio. Resulta un poco más difícil cuando está instalado. Pueden observarse marcas en el cristal. En el caso del vidrio aislante de doble o triple acristalamiento, el “espaciador” entre los cristales suele servir de identificación; asimismo, un medidor láser también puede ayudar a reconocer la estructura típica del vidrio. Por desgracia, este proceso no ofrece información certera.
Definitivamente no. El acristalamiento P2A no ofrece ningún tipo de resistencia para los delincuentes, dado que se rompe en menos de diez segundos.
Una bola de acero de 4,1 kg y diez centímetros de diámetro se golpea tres veces contra el cristal P2A a una altura de tres metros. Los golpes se hacen a una distancia de 13 centímetros. Al hacerlo, la bola de acero no debe atravesar el vidrio; pero si lo hace después de cinco segundos, la norma de todos modos también se cumple. Esperamos que en la realidad nadie se encuentre debajo.
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No tiene sentido. Si bien la norma establece el vidrio P4A, este tampoco resulta suficiente: el vidrio P4A se rompe en aprox. 15 segundos y el P2A en menos de diez. Solo resultará adecuado un vidrio de seguridad que presente la misma resistencia que la ventana. Por ejemplo, el vidrio SILATEC P6B.
Esto tampoco resulta confiable. Dado que el cristal P2A no ofrece la suficiente seguridad, así como tampoco el cristal P4A que es algo más seguro. Ni por lejos. Por este motivo, solo debe utilizarse el “vidrio antipánico para puertas antipánico” como, por ejemplo, el vidrio antipánico RC2 de SILATEC a partir de 16 mm de espesor.
Sí, aunque solo es un “vidrio de seguridad laminado”, dado que el acristalamiento P2A protege contra los cortes: cuando el cristal se rompe, las astillas se pegan a la lámina del centro.
En jardines de invierno o como techo frente a la puerta de su casa, por ejemplo. De este modo, el cristal P2A protege de la nieve y el granizo, e incluso impide la caída de astillas de vidrio. No obstante, el vidrio P2A no sirve como protección contra robos.