La luz del día es lo mejor para el arte. Y, a la vez, lo peor de todo. Por un lado, la luz natural del día se considera insuperable para ver arte. Las obras, que por lo general, se crean a la luz del día, también deberían, en el sentido del artista, ser observadas con la misma luz. Por otro lado, la luz ultravioleta contenida en la luz solar ataca a los objetos. Los pigmentos de color pueden desvanecerse. Los colores se tiñen de azul blanquecino. El brillo superficial se pierde. O la película de barniz se vuelve amarilla y no puede ser retirada, entonces el trabajo se arruina.
Por eso, SILATEC tiene cristales con grado de transmisión UV de 0,0005. Eso se traduce en una protección perfecta para sus obras. Sin afectar el disfrute del arte.