La luz del día es lo mejor para el arte. Y, a la vez, lo peor de todo. Por un lado, la luz natural del día se considera insuperable para ver arte. Las obras, que por lo general, se crean a la luz del día, también deben en el sentido del artista, ser observadas con la misma luz. Por otro lado, la luz ultravioleta contenida en la luz solar ataca a los objetos. Los pigmentos de color pueden desvanecerse. Los colores se tiñen de azul blanquecino. El brillo superficial se pierde. O la película de barniz se vuelve amarilla y no puede ser removida, entonces el trabajo se arruina.
Por eso, SILATEC es un filtro preciso: la luz visible pasa a través de ella, la luz UV invisible no... 0%. Eso se traduce en una protección perfecta para sus obras. Sin afectar el disfrute del arte.