Resulta difícil impedir un asalto con el vidrio P5A, ya que el acristalamiento se romperá de forma rápida y ruidosa al ser golpeado con un hacha o una maza por un joven delincuente. Por su parte, el vidrio P6B normal, también llamado «vidrio blindado», puede resistir 30 segundos3, mientras que el vidrio SILATEC P6B2 resiste varios minutos como un muro de vidrio. El acristalamiento P5A puede evitar al menos que una piedra atraviese el cristal o que algo por el estilo caiga del cielo en su jardín de invierno, por ejemplo. No obstante, solo durante un periodo de cinco segundos3 que es el plazo efectivamente establecido por la norma europea EN 356. La norma clasifica los «acristalamientos resistentes a los impactos» en cinco clases de resistencia: desde el vidrio P1A como la clase más baja hasta el P5A como la más alta.
Los delincuentes adoran las ventanas RC3 que cumplen efectivamente con la normativa y cuentan con vidrios P5A, ya que mientras la ventana RC3 resiste ataques, por ejemplo con una palanca, durante alrededor de cinco minutos*, el acristalamiento P5A se rompe en pocos segundos. Para la norma eso es suficiente. Ahora bien, ¿qué delincuente cumple una norma? El vidrio P6B convencional también resiste tan solo alrededor de 30 segundos3, mientras que el vidrio SILATEC P6B, por el contrario, resiste perfectamente varios minutos3 de golpes, incluso con una maza o un hacha.
Para las barandas de cristal se recomienda utilizar el vidrio P5A, ya que incluso un cristal dañado puede ofrecer suficiente protección en caso de caídas. Los acristalamientos P5A también se recomiendan para jardines de invierno, como protección contra el granizo o la nieve, así como para el tejado sobre la puerta de la casa. En los gimnasios, el vidrio P5A resiste también golpes de pelotas de baloncesto y protege a los estudiantes y jugadores de lesiones cuando el acristalamiento P5A se rompe, ya que no salen despedidas las astillas de vidrio. El vidrio P5A resulta totalmente insuficiente en caso de riesgos mayores, como ataques criminales.
Derecha: solo es posible hablar razonablemente de protección antirrobo en este caso: el vidrio de seguridad SILATEC P6B, P7B o P8B ofrece varios minutos3 de resistencia contra golpes, incluso con una maza o un hacha. Centro: vidrios convencionales P6B, P7B o P8B, también llamado «vidrio blindado»: 30 segundos de protección contra golpes, un riesgo para la seguridad. Izquierda: vidrio P1A, P2A, P3A, P4A y P5A, también llamado acristalamiento «resistente a los impactos»: máximo 15 segundos. Perfecto, como mucho, para los delincuentes.
La estructura del vidrio P5A es de lo más simple: dos cristales conectados con una lámina. Eso es todo. La lámina del centro retiene las astillas en caso de que se rompa el vidrio y ayuda a evitar lesiones. Por este motivo, también se lo denomina «vidrio laminado de seguridad». Sin embargo, el vidrio P5A no ofrece ninguna seguridad contra los robos.
Como vidrio simple, el acristalamiento P5A tiene un espesor de 11 mm. Se presenta como un vidrio plano de 2 × 4 mm (también llamado «vidrio flotado») y una lámina de PVB de aprox. 3 mm en el centro. Por motivos estáticos, los cristales P5A más grandes deberán tener un diseño más grueso; la lámina del centro permanece igual, pero el vidrio flotado tendrá un espesor de, por ejemplo, 2 × 8 mm. En el caso del vidrio aislante de doble acristalamiento se añade otro cristal a una distancia de 8 a 16 mm. En el espacio que se genera en el centro se encuentra un gas noble con efecto aislante.
En el vidrio de triple acristalamiento se añade otro cristal delante, y la estructura es idéntica. En ese caso, el acristalamiento P5A no está en el centro sino en el exterior, ya que el calor es mayor en el centro y, por lo tanto, hay un mayor riesgo de rotura.
El acristalamiento P5A está disponible a partir de aprox. 11 mm de espesor. El acristalamiento doble ofrece un mejor aislamiento térmico con un espesor de a partir de aprox. 25 mm, mientras que el acristalamiento triple ofrece el mayor aislamiento con un espesor de aprox. 39 mm. En caso de cristales grandes, el vidrio deberá tener el espesor correspondiente para mantener la estática.
Si el vidrio está desmontado, un especialista podrá reconocer por los bordes si se trata de un vidrio P5A, dado que así es posible reconocer la estructura. Al estar montado, es posible detectar marcas o identificaciones en el cristal. En el caso del vidrio aislante, a menudo se puede ver la indicación «vidrio P5A» entre los cristales, impresa sobre el «espaciador». Los profesionales utilizan también equipos de medición láser que permiten reconocer la estructura del vidrio, incluso al estar montado. No obstante, el resultado no es absolutamente seguro, dado que no es posible reconocer el material de la capa intermedia, sino solo el espesor. (Como se menciona arriba, el vidrio P5A por lo general está compuesto por una lámina de PVB de 3 mm de espesor, sostenida por dos paneles de vidrio de 4 a 6 mm de espesor cada uno).
El acristalamiento P5A se rompe en tan solo 15-20 segundos3. Para esto solo se necesita un martillo pesado. La protección antirrobo es otra cosa.
Se deja caer una bola de acero nueve veces a una altura de nueve metros sobre el vidrio P5A. La bola pesa 4,1 kg y tiene un diámetro de 10 cm. Los impactos se realizan a 13 cm de distancia. Al chocar, el acristalamiento P5A debe detener la bola, es decir, esta no lo debe atravesar. No obstante, si el cristal se rompe tras cinco segundos, se cumple de todos modos con la norma y solo restará esperar que, en la realidad, nadie se encuentre debajo.
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sobre el vidrio P6B
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sobre el vidrio P2A
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Sí, así lo establece la norma. No obstante, esto parece totalmente alejado de la realidad: mientras que en la prueba el marco RC3 retiene a un delincuente armado, por ejemplo, con un cincel, durante cinco minutos, el vidrio P5A se rompe en tan solo 15-20 segundos3 si se golpea con un martillo. El vidrio P6B convencional ofrece 30 segundos3 de resistencia, mientras que el vidrio SILATEC P6B, por el contrario, ¡varios minutos! E incluso contra golpes con una maza o un hacha.
No, dado que al menos en el caso de las puertas antipánico RC2, también se realiza un control antirrobo (a diferencia de la prueba de las ventanas RC2). En este caso, el vidrio P5A se rompe de inmediato. En las puertas de emergencia RC3 solo es posible utilizar un «vidrio antipánico certificado para puertas antipánico», como por ejemplo el vidrio antipánico RC3 de SILATEC, con un diámetro de a partir de 28 mm.
Sí. No obstante, se trata tan solo de un «vidrio laminado de seguridad», dado que solo ofrece seguridad contra lesiones ocasionadas por el desprendimiento de astillas de vidrio. Si el vidrio se rompe, las astillas permanecen adheridas a la lámina. Este no es el caso en los vidrios planos o flotados convencionales, donde las filosas astillas pueden ocasionar lesiones considerables.
El precio del vidrio P5A monolítico (simple) comienza a partir de aprox. 150 euros/m². Con acristalamiento doble o triple, a partir de 250 a 400 euros/m². Estos son valores de referencia para diseños compactos. En caso de cristales más grandes, suelen aumentar los precios por metro cuadrado.
Depende de sus necesidades de seguridad. Como tejado sobre la entrada de la casa o como acristalamiento para el techo en jardines de invierno, el vidrio P5A ofrece una excelente protección contra la nieve y el granizo, e incluso protege contra la caída de astillas de vidrio. Una protección eficaz contra robos se consigue, no obstante, a partir del modelo de vidrio SILATEC P6B2.